Trabajar en salud puede llegar a ser un trabajo muy físico, desde inclinarte sobre el paciente para extraerle sangre a administrar líquidos intravenosos a colocar al paciente en una camilla. Todo, forma parte del trabajo.
Hagas lo que hagas en tu lugar de trabajo, es imprescindible tener una apariencia profesional. Sea donde sea que trabajes, estás representando a un hospital o a un médico. Es esencial tener una apariencia de profesional competente y cualificada.
Aquí tienes cinco consejos (con imágenes muy útiles…¡ejem!) que te servirán para ser consciente de las ¡meteduras de pata relacionadas con la estética!
1 Vigila con el escote
¿Llevas uno de tus uniformes preferidos con el cuello de pico? A prácticamente todo el mundo le quedan bien, excepto si tienes un busto muy voluminoso. Si es así, con el escote en forma de V corres el riesgo de parecer que sales de la portada de una novela “pulp”.
Ese mismo uniforme de cuello de pico puede causar estragos para ti. Vamos a decirlo sin rodeos: si tienes pelo en el pecho y ese pelo se muestra a través del cuello de pico de tu uniforme, escoge otro estilo. Ya sea canalillo o pelo, nadie quiere verlo. Deja los escotes en forma de “V” para tu tiempo libre.
2 Aléjate de las manchas
2. Un Uniforme Con Manchas Es Una Gran falla.
Trabajar con pacientes significa que tu uniforme puede acabar con manchas de todo tipo, desde comida y productos químicos hasta sangre. No hay manera de evitarlo. Sí, es cierto que un buen detergente puede hacer desaparecer las manchas, pero no siempre son infalibles. Algunas manchas son demasiado resistentes. Mírate bien: ¿ves manchas en tu uniforme que crees que otros no notarán? Piénsalo bien. Cuando te inclinas hacia un paciente (con el escote bien cubierto), eso es todo que ven. Además, las manchas no solo quedan poco profesionales, sino que resultan poco higiénicas. Este es un aspecto que jamás debería asociarse con el personal de la salud.
3 Demasiado ajustado no es adecuado
¿Has ganado algo de peso? ¿Crees que solo tú puedes darte cuenta de que el uniforme te queda apretado en la cintura y los muslos? Llevar ropa ajustada es incómodo para todo el mundo, especialmente si tienes actividad y estás de pie durante gran parte de tu jornada laboral. Además, llevar ropa ceñida no causa una buena impresión. A nadie le apetece presenciar cómo se rajan tus pantalones al hacer un movimiento poco afortunado. Es el momento de hacerte con unos pantalones de uniforme más holgados.
Hablando de peso, alguna de la gente que ha ganado un cierto volumen alrededor de la cintura puede enfrentarse a una situación un tanto complicada: ¿llevar los pantalones hacia arriba o hacia abajo? Para solucionar el problema del aumento de barriga, acabas cometiendo una metedura de pata a la hora de escoger tu uniforme y acabas llevando los pantalones por encima de la cintura o por debajo de ella. ¡No es una buena idea! Ha llegado el momento de comprar un uniforme que te quede bien mientras te deshaces de esos quilos de más. Puedes llamarlos cariñosamente tus uniformes de “vacaciones”.
4 Por favor, no muestres más de lo debido
Esto nos lleva a hablar de “huchas” y “colas de ballena”. Nadie, absolutamente nadie, en tu entorno laboral quiere saber el tipo de ropa interior que llevas. Aunque sea de encaje de color rosa.
¡Es una información demasiado personal y queda muy poco profesional!
Si llevas los pantalones por debajo de la cintura, inevitablemente se acabarán deslizando hacia abajo y mostrando algo que nadie quiere ver. El dobladillo de tus pantalones se arrastrará por el suelo y servirá para quitar el polvo. No permitas que unos pantalones de tiro bajo acaben con tu imagen de profesional cualificado.
Si eres de la clase de personas que llevan los pantalones demasiado altos, no solo te arriesgas a parecer que vas de pesca o que eres un empollón, sino que además acabas con el efecto contrario a la “hucha”. No es bonito. No quieres llevar el pantalón como si alguien acabará de hacerte un calzón chino. No es nada favorecedor.
Recuerda, las primeras impresiones son importantes. A menudo, serás la primera persona que entra en contacto con el paciente, y el paciente quiere sentir que está en manos de una persona competente. Admito que quizá he sido un poco dura en este artículo, pero creo que la honestidad es la mejor política. La pregunta es, ¿cómo te las vas a arreglar para enviar este artículo de forma anónima a esa persona de tu equipo que no da ni una?
Fuente original: Scrubsmag.
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