lunes, 22 de septiembre de 2014

EL PELIGRO DEL BURNOUT EN PROFESIONALES DE LA SALUD Y COMO EVITARLO



Por: Adriana Soto Ospina
Psicóloga/Terapeuta Ocupacional


El estrés ha sido objeto de estudio desde hace varios años encontrándose una fuerte co-relación entre esté, la fisiología, la psicología y la enfermedad y específicamente en una relación estrecha a los entornos de trabajo.


El Burnout se define como fatiga crónica, poco equilibrio entre familia y profesión, ausentismos laborales por enfermedad y falta de confianza, esto ocurre cuando hay una excesiva demanda de trabajo e impacta de forma multifactorial, lo emocional (Sentirse cansado en extremo) despersonalización (Sentimientos negativos hacia los pacientes) y poca realización personal (auto-evaluación negativa y sentimientos de insatisfacción en relación al desempeño profesional) estos elementos están basados en el Maslach Burnout Inventory


Las causas del Burnout se pueden agrupar en 3 categorías:


Características del trabajo: Relaciones con los pacientes, Roles en conflicto, ambigüedad en los roles, sobrecarga de trabajo.


Características Organizacionales: Castigos y premios relacionados con el sitio de trabajo, planes de ascenso, remuneración económica, el tipo de jefe y la organización en la que se trabaja.


Características personales: Apoyo social, sentimientos de auto-eficacia en la labro desempeñada, aspectos, sociodemográficos, relaciones con la familia, etc.

Las personas con burnout pueden volverse malhumoradas, disminuyen su productividad laboral, incrementan el ausentismo laboral, presentan dificultad para hacer empatía con los pacientes, dolores de cabeza y problemas estomacales.

Profesionales con ideas negativas, con ideas poco aterrizadas en la realidad y que evitan situaciones difíciles son más propensos que por ejemplo, profesionales que se caracterizan por la persistencia, espera, actitudes optimistas, y técnicas de tiempo fuera.


Los profesionales de la salud, tienen un alto riesgo de sufrir Burnout ya que se enfrentan a el trabajo con el paciente, toma de decisiones, un alto nivel de responsabilidad y constantes cambios, sumado a la naturaleza de su trabajo que implica esfuerzo físico, sufrimiento humano, largas y extenuantes jornadas laborales, relaciones interpersonales con compañeros de trabajo, pacientes y familia de los pacientes.

Adicionalmente a los anterior, las mujeres que son además las predominantes en las áreas de la salud, son por sus múltiples roles en la sociedad, que además del trabajo incluyen el hogar y la familia, las más afectadas del síndrome de burnout.



Los cargos del área de la salud que más stress generan son los relacionados con Home Care, cuidados prolongados y los que implican el manejo de pacientes con demencia.


El profesional de la salud, es más susceptible a incluir en sus jornadas mas horas de trabajo, los turnos de más de 12 horas, experimentan de forma significativa mayor ansiedad cognitiva, fatiga crónica y desgaste emocional.


Los conflictos entre la familia y el trabajo son un factor importante que incide en la percepción de stress en las jornadas laborales diarias.


Los estudios también indican que hay una relación directa entre el burnout en profesionales de la salud y en la atención y satisfacción del paciente.


Como evitar el burnout.


* Aunque el trabajo en el área de la salud es vocacional y altamente demandante se debe hacer un alto en el camino y mirar más allá del trabajo, la realización personal de un ser humano no es solo trabajo, por eso es importante equilibrar todos los roles de la vida, no solo se es profesional de la salud, también se es madre, esposa, hija, etc.


* Es importante medir los alcances y las limitaciones de su profesión, no todo lo que usted quisiera realizar es posible, y eso no lo convierte en un mal profesional, tenga en cuenta que la estima propia y su capacidad de auto-reconocer la importancia de su labor es un factor importante para evitar el burnout


* Si usted siente que el lugar donde trabaja ya no le genera expectativas o que el ambiente laboral le hace daño, debe poner en una balanza estos aspectos y tratar de buscar otra opción para laborar, lo más importante es usted, nadie más


* A veces los turnos largos y nocturnos son una entrada importante de dinero, sin embargo debe considerar que excederse en estos puede producir efectos nocivos en su salud física y mental, el burnout se presenta con más frecuencia en quienes trabajan de noche y por turnos de más de 12 horas, no se confié de su juventud o de su vitalidad.


* Programe sus tiempos de ocio, así como hay horarios estrictos de trabajo, es importante que también tenga espacios de esparcimiento no necesariamente son costosas vacaciones en una isla paradisiaca, son pequeños momentos en donde usted se ve una película, toma un helado, camina en un parque, va a tomarse un café con su pareja, visita a su madre, pasa tiempo jugando con sus hijos o su sobrino, saca a pasear al perro, etc.


* No puede creer que solo descansa los 15 días de vacaciones que le dan una vez por año, las pausas se deben tomar a diario como capsulas, su trabajo es
muy importante para la sociedad y usted también depende de él para su subsistencia, pero no por eso debe entregarse por completo a el y olvidarse de usted como persona.


* Ame con pasión lo que hace y cuando deje de hacerlo no lo haga más, esa es la clave para que su trabajo no se vuelva en su contra y le pase cuenta de cobro.


Referencias
o Selye H. The stress of life. New York: McGraw Hill; 1956.
o Lazarus RS, Folkman S. Stress appraisal and coping. New York: Springer; 1984.
o French JRP, Caplan RD. Organizational stress and individual strain. In: Marrow AJ, editor. The failure of success. New York: AMACOM; 1972. pp. 30–66.
o Caplan RD, Cobb S, French JRP, et al. Job demands and worker health: main effects and occupational differences. Ann Arbor, MI: Institute for Social Research; 1980.
o Menzies IEP. Nurses under stress. Internatl Nurs Rev. 1960;7:9–16.
o Jennings BM. Stressors of critical care nursing. In: Thelan LA, Davie JK, Urden LD, et al., editors. Critical care nursing Diagnosis and management. St Louis, MO: Mosby; 1994. pp. 75–84.



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